Puede que no lo pienses, pero el sueño es una parte extremadamente importante de cualquier relación.
Se cree que dormir juntos por la noche fortalece la relación, pero es poco probable que esto suceda si uno de los miembros de la pareja se siente incómodo.
Quizás le resulte más fácil decidir si dormir con su pareja o por separado una vez que conozca los pros y los contras de cada opción.

Durmiendo en la misma cama
Si durante el sueño sientes cerca a tu pareja, escuchas los latidos de su corazón y la respiración mesurada que sale de su pecho, seguramente te sentirás tranquilo y protegido.
En un dormitorio compartido hay una atmósfera especial de cercanía y amor, que se crea con las caricias, los abrazos y los olores del cuerpo y el cabello de la pareja.
Como resultado de ese contacto tan estrecho, el hombre y la mujer se vuelven aún más cercanos, llenos de energía y apoyo emocional.
Sin embargo, si uno o ambos miembros de la pareja son hipersensibles, pueden tener dificultades para conciliar el sueño debido a los movimientos que realiza la otra persona. Por la mañana les sobreviene la falta de sueño y una sensación de cansancio. El mismo “efecto” se observa en el caso de una sensibilidad especial a los olores y sonidos.
Habitaciones separadas para dormir
Si los compañeros duermen en habitaciones diferentes o al menos en camas diferentes, cada uno tendrá su propio espacio personal. De esta forma, todos podrán disfrutar de un buen descanso nocturno.
Lo principal es no olvidarse de la llamada tradición del “nido”: antes de que cada uno se vaya a su dormitorio, los miembros de la pareja deben dedicar un poco de tiempo a abrazos, besos, conversaciones, etc.
Si esta tradición no se mantiene, es probable que con el tiempo los amantes comiencen a sentirse alejados el uno del otro. A menudo, en tales situaciones, surge un sentimiento de soledad en la relación y el deseo sexual se debilita.
Para elegir la opción que más te convenga, vale la pena hablar este tema con tu pareja.