Ella te pregunta con quién has estado enviando mensajes de texto y parece una forma linda de mostrar interés.
Él decide qué ropa debes usar y tú piensas: "Probablemente tenga razón, yo tampoco lo sé".
Las relaciones malsanas rara vez comienzan con gritos o agresiones. La mayoría de las veces, llegan silenciosamente, como la niebla, borrando gradualmente los límites entre el amor y el control.

La trampa principal es la sustitución de conceptos. Los celos se hacen pasar por pasión, la sobreprotección por deseo de proteger, la crítica por “la verdad para tu propio bien”.
Pero si te sientes culpable, avergonzado o vacío después de hablar con tu pareja, vale la pena considerar: ¿es esto apoyo o manipulación?
Las relaciones saludables no requieren una justificación constante. En ellos, puedes permanecer en silencio sin temor a que tu silencio sea tomado como un insulto, o decir “no” sin temor al escándalo.
Otra señal de alarma es el aislamiento. Cuando te insinúan suavemente que tus amigos “no son dignos de ti” y que tu familia está “demasiado involucrada”, no es muestra de cariño.
Es una forma de cortar tu apoyo externo para que tu pareja siga siendo tu única fuente de verdad.
¿Cómo salir de este círculo? Empieza poco a poco: recupera tu derecho al espacio personal.
Pasatiempos, reunirse con un amigo, una hora de lectura a solas... si tu pareja percibe esto como una traición, el problema claramente no está en ti.
Y recuerda: el amor no debe exigir sacrificio. Puede ser tranquilo, como la respiración, y no brillante, como un fuego que quema todo a su alrededor.