Después de cuarenta años, las personas entran en una nueva etapa en términos biológicos.
Este es un período especial para el organismo, caracterizado por una “desaceleración” en los procesos de recuperación.
Por eso, los expertos recomiendan ajustar el programa de entrenamiento después de los cuarenta, aumentando los periodos de descanso.
Ahorramos nervios y dormimos
Si eres nuevo en el mundo del fitness, necesitarás tomar descansos aún más largos entre cada entrenamiento.
Los entrenadores recomiendan que estas personas realicen dos o tres entrenamientos por semana. Más tarde podrás cambiar un poco el intervalo.
Es igualmente importante entender que el ejercicio físico genera estrés no sólo en el cuerpo, sino también en el sistema nervioso, que necesita más tiempo para descansar.
El sueño es muy importante en este sentido: debe ser de alta calidad, sin problemas, y después de lo cual te sentirás descansado, alerta y lleno de energía.
Articulaciones y neuronas
Los expertos señalan que con la edad, la cantidad de líquido sinovial (encargado de lubricar las articulaciones) en el cuerpo disminuye.
Por ello, se recomienda prestar más atención al estado de las articulaciones, para lo cual un calentamiento es ideal.
Lo mismo ocurre con las neuronas motoras, cuyo trabajo se ralentiza con la edad, por lo que el calentamiento debe ser más completo y prolongado.
Peso
Es importante controlar el peso: reducir la cantidad de calorías durante las comidas o aumentar la actividad física.
Los expertos señalan que con la edad, una persona pierde aproximadamente el 1% de masa muscular al año.
Esto provoca una disminución del metabolismo, también del uno por ciento.
En este sentido, se aconseja realizar actividad física más intensa para mantener el equilibrio energético.
Autor: Pavel Gospodarik