¿Encontraste una moneda en el congelador y decidiste que fue un accidente? De nada. Este es un truco que evita que toneladas de alimentos se echen a perder.
Las amas de casa inteligentes utilizan una moneda como indicador, no de la temperatura, sino del... funcionamiento del congelador. ¿Suena extraño? Ahora todo quedará claro.
Así es como funciona. Llene un recipiente de plástico con agua y congélelo. Coloque una moneda encima y vuelva a colocarla en el congelador.

Si se cortaba la electricidad en la casa o se rompía el congelador, el hielo se derretía y la moneda se hundía hasta el fondo. Al encender la corriente, el agua se congelará nuevamente, pero la moneda permanecerá debajo.
De esta manera podrás saber que los productos han sido descongelados y pueden estar estropeados. Esto es especialmente importante si almacena carne, pescado o alimentos procesados durante meses.
¿Por qué una moneda? Es pesado y claramente visible. Si usa un trozo de papel, es posible que se pegue al hielo y el clip es demasiado pequeño.
La moneda muestra inmediatamente si hubo descongelación. Compruébalo ahora mismo: si está en la superficie del hielo, todo está bien. Si se ahogó, es hora de volver a verificar sus suministros.
Pero eso no es todo. Las monedas en el congelador ayudan a mantenerlo frío cuando se corta la electricidad.
Llene el espacio vacío con bolsas de hielo o botellas de agua congelada y coloque monedas entre ellas. Cuanto más metal haya, más tiempo mantendrá el congelador la temperatura. Esto permitirá ahorrar alimentos durante el calor del verano o durante cortes de electricidad prolongados.
Y si envuelves una moneda en papel de aluminio y la pones en una bolsa con bayas, ralentizarás la formación de hielo. El metal distribuye el frío de manera uniforme, por lo que las bayas no se apelmazan. Este método también funciona con setas o verduras.
Por cierto, las monedas se pueden utilizar fuera del congelador. Coloque un puñado en un jarrón de flores: el metal evitará el crecimiento de bacterias y el ramo durará más tiempo. O arroje un par de monedas al agua para regar las plantas de interior: el cobre y el zinc servirán como fertilizante.
¿Por qué no escriben esto en las instrucciones del refrigerador? Porque es demasiado fácil y barato.
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