En China existe desde hace mucho tiempo una costumbre: beber agua caliente. No sólo en casa, en todos los lugares donde puedas.
Se consume en los lugares de trabajo, en las calles, incluso en los cines (hay calderas con agua hirviendo).
Muchos residentes del Reino Medio, tanto jóvenes como mayores, llevan termos con esa agua.

¿Por qué hacen esto? Es simple: usar agua caliente ayuda a mantener tu salud y te da un impulso de energía.
Y a los niños se les enseña a beber agua caliente desde una edad muy tierna: traen los termos ya mencionados a las escuelas.
Durante los descansos, estos contenedores se llenan con neveras portátiles especiales. Como resultado, los jóvenes chinos son alegres, sanos, activos y exitosos en sus estudios durante toda la jornada escolar.
Según las investigaciones médicas, el agua caliente tiene un buen efecto sobre el tracto gastrointestinal y, en general, sobre todos los sistemas importantes para nuestro organismo.
Los chinos dicen: el primer vaso de agua caliente debe beberse a más tardar entre 10 y 15 minutos después de despertarse.
Los expertos señalan que el agua de manantial, embotellada o filtrada es mejor para el agua caliente.
Recomiendan empezar a beber agua caliente de forma paulatina, primero 1-2 vasos al día y luego aumentar el volumen.
Quienes hacen esto dicen que el procedimiento les ha ayudado a mejorar significativamente su bienestar, reducir la incidencia de enfermedades y garantizar el vigor durante todo el día.
Los médicos dicen que beber agua caliente, entre otras cosas, calienta, dilata los vasos sanguíneos, mejora la piel y mejora la inmunidad.
También resiste eficazmente el estrés y la fatiga, previene una serie de enfermedades y reacciones alérgicas.