Una bolsita de té usada no es un simple residuo, sino un recurso valioso que puede utilizarse en la vida cotidiana.
Un uso inesperado es colocar la bolsita de té en el refrigerador.
Consideremos qué ventajas aporta esto y cómo utilizar este método correctamente.

El té tiene propiedades absorbentes y es capaz de absorber olores desagradables. Colocar una bolsita de té usada en el refrigerador ayudará a eliminar el olor a pescado, cebolla, ajo y otros alimentos. Las hojas de té absorben los olores, dejando un aroma fresco en el refrigerador.
Elección de té: negro o verde.
Para neutralizar los olores en el refrigerador, se recomienda utilizar té negro. Tiene propiedades absorbentes más pronunciadas que el té verde. Además, el té negro contiene taninos, que tienen propiedades antibacterianas.
Antes de colocarla en el frigorífico, la bolsita de té usada debe exprimirse bien y secarse. Esto evitará la formación de moho y el crecimiento de bacterias. Una bolsita de té seca se puede colocar en un platillo o en un recipiente pequeño.
Se recomienda colocar la bolsita de té en el estante superior del refrigerador, más cerca de la pared trasera. Esto garantizará una distribución uniforme del aroma y una absorción eficaz de los olores. La bolsita de té debe cambiarse cada 2-3 semanas.
Usos adicionales
Las bolsitas de té usadas también se pueden utilizar para otros fines:
- Fertilizante para plantas: Las hojas de té son ricas en nutrientes que son beneficiosos para las plantas. Se puede añadir al suelo al momento de plantar o usarse para preparar fertilizantes líquidos.
- Repelente de insectos: El olor del té repele ciertos insectos como mosquitos y moscas. Las bolsitas de té se pueden colocar en los alféizares de las ventanas o usarse para hacer repelente de insectos.
- Cuidado de la piel: El té tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Las bolsitas de té se pueden utilizar como compresas para los ojos, para tratar las quemaduras solares y reducir la inflamación de la piel.