¿Por qué no pierdes peso aunque comas poco? La respuesta te sorprenderá.

07.03.2025 14:10

¿Cuentas calorías, dejas los dulces, pero tu peso sigue siendo el mismo?

La causa puede no estar en la alimentación, sino en cómo el cuerpo percibe el estrés.

Cuando el cuerpo está constantemente estresado, produce cortisol, una hormona que bloquea la descomposición de la grasa y hace que almacene agua.

alimento
Foto: © Belnovosti

Incluso la dieta perfecta no funcionará si duermes menos de 7 horas o estás sobrecargado de trabajo.

Otro factor menos obvio son las fuentes ocultas de azúcar.

Los productos que parecen seguros (como salsas preparadas, galletas saladas o yogures bajos en grasa) a menudo contienen edulcorantes agregados.

Provocan picos de insulina, lo que hace que el cuerpo deje de quemar grasa.

La solución es leer atentamente las etiquetas y cocinar en casa con ingredientes enteros.

La tercera razón es la falta de proteínas. Muchas personas, al reducir calorías, eliminan de su dieta la carne, el pescado o los huevos, sustituyéndolos por verduras.

Pero sin aminoácidos, los músculos se debilitan, el metabolismo se ralentiza y el aumento de peso se detiene.

Es suficiente añadir 20-30 g de proteína (un trozo de pollo, requesón, lentejas) a cada comida para iniciar el proceso de quema de grasa.

Y el último punto es la monotonía. El cuerpo se adapta a la misma dieta y reduce el gasto energético.

Intente tener un “día alto en calorías” una vez a la semana con grasas saludables (aguacate, nueces, pescado rojo). Esto engañará a tu metabolismo para que vuelva a trabajar duro.

Antón Kurchev Autor: Antón Kurchev Editor jefe adjunto


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