Leche de la huerta: parece un desperdicio, pero quien ya ha probado este método ya no puede prescindir de ella.
Resulta que un cartón de leche normal puede sustituir a docenas de medicamentos: proteger contra enfermedades, alimentar a las plantas e incluso mejorar el sabor de las frutas.
Se trata de su composición única: lactosa, caseína, calcio y grasas crean una barrera invisible en las hojas para hongos y virus, y al mismo tiempo nutren las raíces. Pero ¿cómo se puede convertir la leche en un arma para conseguir cosechas récord?

Comience con una receta sencilla: mezcle 1 litro de leche entera (al menos 3,5% de grasa) con 10 litros de agua y añada 15 gotas de yodo de farmacia. Pulverizar las plantas una vez cada 10 días, comenzando desde el momento en que aparezcan las primeras hojas.
La película lechosa evitará que las esporas del mildiú polvoroso y del tizón tardío se adhieran a la superficie y el yodo mejorará el efecto antiséptico.
Para los cultivos de calabaza (pepinos, zapallos) se puede aumentar la concentración: 2 litros de leche por 10 litros de agua. Después del primer tratamiento, notarás que las hojas se vuelven más densas y su color más saturado.
Pero ¿por qué es tan efectiva la leche? La caseína, una proteína de la leche, actúa como un pegamento, “sellando” los microdaños en las hojas a través de los cuales ingresan las infecciones. Y el calcio fortalece las paredes celulares, haciendo que las plantas sean resistentes a los cambios de temperatura.
Un efecto secundario interesante: el olor de la leche confunde a las plagas. Los pulgones, las moscas blancas e incluso el escarabajo de la patata evitan los lechos tratados, confundiéndolos con territorio extraño. Y si riegas el suelo con una solución lechosa (1 litro por cada 5 litros de agua), esto atraerá a las lombrices que aflojarán el suelo.
Pero eso no es todo. La leche se puede utilizar como fertilizante. Diluir 500 ml en 10 litros de agua y regar los tomates o pimientos durante el periodo de fructificación. El calcio de la leche evitará la pudrición apical y los azúcares alimentarán las bacterias beneficiosas del suelo.
Para el repollo, agregue una cucharada de amoníaco a la solución: esto repelerá las orugas y las babosas. Y si mezclas leche con suero (1:1), obtendrás un remedio contra la sarna de la manzana.
Sin embargo, hay reglas. Nunca utilice leche pasteurizada con una vida útil prolongada: no contiene enzimas vivas. Lo ideal es hacerlo en casa o comprarlo en la tienda y tener un contenido de grasa del 3,2 % o más.
No rocíe las plantas cuando hace calor: la película lechosa puede crear un efecto de lente y provocar quemaduras. El mejor momento es por la mañana o por la tarde cuando el tiempo está nublado.
Quienes utilizan este método notan que las frutas maduran una semana antes y su sabor se vuelve más dulce debido a la acumulación de azúcares naturales.
¿Qué hacer si la leche se ha agriado? ¡No te apresures a verterlo! La leche agria es una base excelente para la masa madre. Mézclalo con agua (1:3) y riega los canteros: el ácido láctico suprimirá la microflora patógena y activará el crecimiento de las raíces.
Añade un puñado de ceniza y obtendrás un fertilizante complejo. Pruébelo y comprenderá por qué los residentes de verano experimentados han reemplazado hace tiempo los productos químicos por la leche común.