Es peligroso cuando las cabezas de col se agrietan: las bacterias penetran en las heridas y el cultivo se pudre desde la raíz.
La mayoría de los jardineros culpan al riego, pero la causa es más profunda: un desequilibrio de calcio y boro en el suelo.
¡Esto se puede arreglar por unos pocos centavos agregando al agujero al plantar... ácido bórico farmacéutico y tiza!

Sí, estos dos componentes, mezclados en las proporciones adecuadas, harán que las cabezas sean densas y resistentes al agrietamiento incluso bajo fuertes lluvias.
Prepare una mezcla: 1 cucharadita de ácido bórico (en polvo) y 2 cucharadas de tiza molida. Vierta 1 cucharada de la mezcla en cada hoyo, mezclándola con la tierra.
El boro regula la absorción de calcio, lo que fortalece las células de la col, y la tiza reduce la acidez del suelo, previniendo la hernia de la col.
Después de plantar, riegue las plántulas con agua con yodo agregado (3 gotas por balde); esto potenciará el efecto.
En tan solo un mes, las cabezas de repollo comenzarán a formar “bolas” compactas y sus hojas se volverán elásticas.
Pero hay un truco: si el verano es lluvioso, espolvorea la tierra alrededor del repollo con cáscaras de huevo trituradas una vez cada 3 semanas. Retrasará el riego excesivo y el calcio penetrará gradualmente hasta las raíces.
Además, puedes pegar un tubo de plástico (por ejemplo, de un gotero) al lado de cada cabeza de repollo: a través de él, riega la planta directamente debajo de la raíz, sin pasar por la capa superficial. Esto protegerá el repollo de los cambios bruscos de humedad, que son la principal causa de las grietas.
¿Por qué no se utiliza este método a gran escala? Mucha gente tiene miedo de sufrir una sobredosis de boro, pero en las proporciones indicadas es seguro. Para mayor seguridad, no use ácido bórico más de una vez por temporada.
Por cierto, la misma mezcla se puede agregar al brócoli y la coliflor: sus inflorescencias se harán más grandes y no se oscurecerán.