Hay una manera de hacer que el suelo sea fértil sin toneladas de estiércol, fertilizantes costosos y horas de trabajo agotador. La solución está bajo nuestros pies: el abono verde.
Estas plantas que salvan vidas convertirán un suelo pobre en un “pastel” nutritivo en un corto período de tiempo, eliminarán las malezas e incluso ahuyentarán las plagas.
Pero aquí también hay matices: si eliges el cultivo o el momento de siembra equivocado, en lugar de obtener beneficios obtendrás un dolor de cabeza.

El abono verde no es simplemente un “fertilizante verde”. Funcionan como sanadores naturales: las raíces aflojan el suelo, las hojas protegen contra la erosión y después de cortarlo enriquecen el suelo con nitrógeno, potasio y fósforo.
Pero lo más importante es que se siembren a tiempo. Por ejemplo, la mostaza, tan apreciada por los jardineros, si se siembra tarde (en mayo) puede convertirse en un caldo de cultivo para la pulga de las crucíferas. Y la avena sembrada en tierra fría simplemente no brotará.
En primavera son ideales los abonos verdes resistentes al frío: mostaza, facelia, avena, arveja, colza. Se siembran tan pronto como la nieve se derrite y el suelo se calienta hasta 3-5 grados centígrados.
Por ejemplo, la mostaza brota en 4-5 días incluso a +2 grados Celsius.
¡Pero no lo entierres en el suelo inmediatamente! Deje que las plantas ganen masa verde y solo entonces corte el césped, dejándolo en la superficie como mantillo o enterrándolo en la capa superior del suelo.
Cavar demasiado profundo destruirá todos los beneficios: las raíces deben permanecer en el suelo para que, a medida que se descomponen, creen canales para el aire y el agua.
El error que cometen muchas personas es sembrar abono verde formando una alfombra continua. Pero si está preparando una cama para un cultivo específico, considere la compatibilidad.
Por ejemplo, la mostaza es un pobre predecesor de la col, el rábano o el rábano picante (tienen plagas comunes). Pero delante de los tomates o las patatas es ideal: ahuyenta a los gusanos de alambre.
La phacelia es universal: se puede sembrar antes de cualquier verdura y además florece maravillosamente, atrayendo a las abejas.
El momento de cortar el césped es otro factor clave a tener en cuenta. Espere hasta que el abono verde comience a formar brotes, pero no los deje florecer.
En este punto, las hojas contienen la máxima cantidad de nutrientes y los tallos aún no se han vuelto gruesos. Cortar con un cutter plano o guadaña, dejando las raíces en el suelo. Después de 2-3 semanas, puedes plantar el cultivo principal.
Pero si el tiempo se acaba, ¡siembre directamente en abono verde! Por ejemplo, los calabacines o las calabazas crecen bien entre las phacelias: mientras son pequeñas, el abono verde las protegerá del viento y del sol, y luego las cortarás y se convertirán en mantillo.
Y el último truco: no tires los greens cortados. Agréguelo al compost, haga fertilizante líquido (remoje en agua durante 10 días) o simplemente espárzalo entre las hileras.
Incluso un pequeño puñado de esta materia orgánica funciona mejor que los bioestimulantes comprados en las tiendas.