Los gatos son carnívoros y nocturnos en la naturaleza.
Sus antepasados cazaban de noche, cuando la presa estaba activa, y este comportamiento se conservaba en sus genes.
Por lo tanto, los gatos, incluso los domésticos, suelen estar activos temprano en la mañana y al final de la tarde y prefieren descansar durante el día.

Otra razón por la que los gatos duermen durante el día es para almacenar energía para cazar.
Aunque los gatos domésticos no necesitan cazar para alimentarse, sus instintos les dicen que conserven energía para posibles presas.
Dormir durante el día les ayuda a estar preparados para el período de actividad que llega por la noche.
Además, los gatos son propensos a tener periodos de sueño cortos y frecuentes. Pueden dormir varias horas en diferentes momentos del día, lo que les permite permanecer alerta y preparados ante cualquier peligro.
Esto se debe a que en la naturaleza necesitan estar alerta para evitar depredadores y otras amenazas.
Otro factor importante es que a los gatos les encanta la comodidad y el calor. Los rayos del sol y los lugares acogedores de la casa crean las condiciones ideales para dormir durante el día.
Los gatos aprovechan este descanso para entrar en calor y relajarse, lo que contribuye a su bienestar general.