Todos los padres, tarde o temprano, se enfrentan a la pregunta: ¿cuándo se puede empezar a dejar a su hijo solo en casa?
Según las recomendaciones de los psicólogos, un niño que aún no ha cumplido 7 años no está preparado para quedarse solo en casa.
Esto se debe a los aspectos fisiológicos y psicológicos del desarrollo.

A partir de los 7 años (en algunos casos, a partir de los 8), los niños con un desarrollo normal de la inteligencia y la psique desarrollan habilidades que les permiten quedarse en casa sin los adultos.
Sin embargo, es importante recordar que cada niño es individual y la tarea de los padres es comprender exactamente qué tan preparado está su hijo para este paso.
Cómo evaluar la preparación de un niño
Si quieres saber si tus hijos están dispuestos a quedarse en casa sin adultos, hazles algunas preguntas:
- ¿Saben cómo verter el agua potable de forma segura?
- ¿Podrán encontrar comida y cubiertos?
- ¿Entienden que no deben tocar objetos calientes como una plancha o una tostadora mientras usted no está? ¿Por qué no puedes abrir las ventanas?
- ¿Saben cómo actuar en una situación de emergencia, como por ejemplo un incendio?
Si la respuesta a todas estas preguntas es sí, entonces su hijo probablemente esté listo para quedarse solo en casa por un corto tiempo.
Cuando no debes dejar a tu hijo solo
Hay situaciones en las que no se recomienda dejar al bebé solo:
Por ejemplo, no debes dejar solo en casa a un niño menor de 7 años, aunque creas que está preparado. Si sucede algo fuera de lo común, es probable que el bebé se confunda y, como resultado, resulte perjudicado.
No se apresure a dejar a su hijo solo en casa si se acaba de mudar recientemente. Es necesario esperar un tiempo para que el niño se acostumbre al nuevo entorno.
Será mejor si siempre hay un adulto al lado de los niños si han experimentado un shock o malestar severo.
Si tienes miedo a la soledad, primero debes trabajar en este miedo. Puedes intentar dejar al niño solo cuando la intensidad de sus sentimientos disminuya.
Es importante recordar que los hermanos y hermanas mayores no podrán cuidar plenamente de los más pequeños.