¿Estás desperdiciando años de la vida de tu hijo? 3 factores que frenan el desarrollo de cada segundo niño en edad preescolar

25.02.2025 07:55

Imagínate que tu bebé ya pudiera leer, contar y hablar dos idiomas, pero en lugar de eso ve dibujos animados todo el día.

Y no se trata de pereza ni de mala herencia: quizá usted mismo esté frenando su crecimiento sin saberlo.

El primer enemigo del desarrollo es la rutina. “No te metas en líos”, “No toques el bicho”, “Quédate quieto”: estas frases convierten el mundo en una jaula.

Niños
Foto: © Belnovosti

El niño aprende sobre el entorno a través del tacto, el olfato y el riesgo. Al prohibirle caer, ensuciarse y cometer errores, lo privas de su principal maestro: la experiencia.

El segundo factor es el exceso de juguetes. Una habitación llena de muñecas y coches mata la imaginación. El cerebro deja de buscar nuevas formas de jugar cuando todo está listo.

Intente dejar 2 o 3 juguetes a la vista y esconder el resto. Te sorprenderá cómo un palo se convierte en una espada y una cacerola en un tambor.

Y el tercer freno, el más insidioso, es el miedo a los padres. "¿Qué pasa si no puede manejarlo?", "¿Qué pasa si se lastima?" -Tu ansiedad se transmite al niño.

Empieza a tener miedo de probar cosas nuevas porque su madre se pone nerviosa cuando se sube al tobogán. Permítete soltar el control.

Sí, se caerá, llorará y se ensuciará. Pero así aprenderá a levantarse, enjugar sus lágrimas y seguir adelante.

Pero ¿cómo podemos saber dónde está el límite entre el cuidado y la sobreprotección? Por ejemplo, ves a un niño intentando atarse los cordones de los zapatos. Es más fácil para usted hacerlo por él: más rápido y con mayor precisión.

Pero cada vez que le quitas la lucha con los nudos, le robas su oportunidad de ganar. Los niños aprenden a través de la repetición: 10, 20, 50 veces.

Y sí, los primeros zapatos estarán mal atados y la sopa se derramará fuera del plato. Pero son precisamente estos “fallos” los que crean conexiones neuronales que luego ayudarán a resolver ecuaciones complejas.

Otro ejemplo: tú eliges con quién jugar para tu hijo. “Vanya es una mala influencia”, “Masha es demasiado ruidosa”: así es como le privas de la oportunidad de desarrollar sus propias habilidades sociales.

Déjalo descubrir por sí mismo con quién se siente cómodo, incluso si eso significa experimentar una traición o una pelea. Estas lecciones no tienen precio.

¿Qué pasa con el desarrollo temprano? Los padres a menudo recurren a métodos de moda: cartas desde el mes de edad, inglés desde la cuna, cálculo mental a los tres años.

Pero el cerebro de un niño no es un disco duro que necesite llenarse de datos. Necesita tiempo para integrar la información. La sobrecarga produce el efecto contrario: en lugar de curiosidad, apatía; en lugar de creatividad, pensamiento estereotipado.

Juegue juegos "triviales": escóndase bajo una manta, construya casas con almohadas, dibuje con los dedos sobre sémola. Es en momentos como estos que nace la creatividad y la capacidad de pensar fuera de los esquemas establecidos.

Recuerde: Albert Einstein no conocía la tabla de multiplicar a los siete años, pero pasaba horas construyendo castillos de naipes, y eso no le impidió revolucionar la física.

Igor Zur Autor: Igor Zur editor de recursos de internet


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