Según los estándares modernos, el castigo físico, o en el lenguaje común, “dar una paliza”, es violencia contra los niños.
Las varas, los cinturones, las bofetadas y otras formas de abuso físico como métodos de educación han pasado a ser cosa del pasado y se consideran no sólo cuestionables, sino también dañinos e ineficaces.
Los expertos de la revista Psychology Today explicaron por qué el abuso físico se considera una idea falsa sobre la crianza de los hijos.

Consecuencias de los castigos
En primer lugar, el castigo físico de un niño puede conllevar el desarrollo de problemas sociales, emocionales y de comportamiento en el futuro.
En segundo lugar, se cree que estos métodos causan agresión y trastornos en los niños.
En tercer lugar, con el tiempo, la capacidad de autocontrol disminuye, se desarrolla un comportamiento antisocial, disminuye el nivel de empatía y aumenta el riesgo de violencia por su parte.
Métodos alternativos de educación
1. Los padres deben ofrecer a sus hijos la posibilidad de familiarizarse con las consecuencias de su comportamiento.
Al mismo tiempo, es importante ser un modelo de calma y autocontrol.
2. Antes de reprocharle algo a tu hijo o hacerle algún comentario, debes imaginar las consecuencias de la broma y del comportamiento.
Y no olvidemos que muchas acciones cometidas, incluso en la adolescencia, posteriormente provocan arrepentimiento y remordimiento en muchos.
3. En lugar de establecer restricciones, trate de ser proactivo.
Por ejemplo, advertir que no se puede agarrar un objeto caliente, etc. Acepte que suena mucho más suave que un categórico “¡No toques!”.
Y por supuesto, debemos recordar que un niño que crece en una familia donde no se establecen reglas ni límites es poco probable que sea obediente.