El mundo ha estado obsesionado durante mucho tiempo con el consumo, pero los psicólogos dicen que la verdadera libertad comienza donde terminan las montañas de cosas innecesarias.
Los expertos han revelado la conexión entre el desorden en el hogar y el desequilibrio interno, y también han explicado por qué el hábito de ahorrar se convierte en una trampa para la psique.
El síndrome de Plyushkin a menudo se convierte en un compañero de ansiedad o depresión oculta.

La gente se aferra a revistas viejas, equipos rotos o ropa que no ha usado en años en un intento de llenar vacíos emocionales.
La generación que experimentó escasez ve las cosas como un “colchón de seguridad”, mientras que los jóvenes ahorran inconscientemente por miedo a la inestabilidad económica.
Cada objeto extra es un ancla que te atrae hacia atrás. El desorden no sólo roba espacio, también bloquea energía para nuevos propósitos.
Aquellos que viven durante años entre cosas innecesarias a menudo sufren de apatía, fatiga crónica o alergias causadas por el polvo y el moho.
Deshacerse del desorden no es sólo limpiar, sino un paso hacia la transformación. Las personas que se deshacen de la basura reportan una mayor productividad y confianza.
Toman decisiones con mayor facilidad y dejan de posponer cosas importantes para más adelante.
En casos graves del síndrome de Plyushkin, se requiere la ayuda de especialistas.
La terapia cognitiva conductual ayuda a cambiar la forma en que usted piensa sobre las cosas y, cuando se combina con medicamentos, le brinda la oportunidad de recuperar el control de su vida.
Lo principal es entender que la verdadera riqueza no se mide por la cantidad de objetos, sino por la calidad de las emociones.