Mucha gente suele confundir los conceptos de “inteligencia” y “erudición”.
Por tanto, puedes conocer gente erudita pero poco inteligente.
Y al contrario: hay intelectuales iletrados.
En pocas palabras, un ciudadano puede ser educado (erudito), leído, pero comportarse mal y demostrar un bajo nivel de inteligencia.
¿Quieres reconocer instantáneamente a los representantes de esta última categoría? Entonces no hagas las siguientes cosas tú mismo.
Aquí hay algunas señales que indican claramente que una persona tiene poca inteligencia.
Este ciudadano no presta atención a los demás e ignora al interlocutor cuando habla.
Constantemente habla de alguien a sus espaldas, le encanta chismorrear y ser sarcástico en secreto.
Tiene muchas ganas de ser el centro de atención de los demás, pero al mismo tiempo no valora las opiniones de los demás.
Las personas con baja inteligencia carecen por completo de ganas de desarrollarse, en ocasiones no tienen objetivos concretos, viven el día a la vez.
Estos ciudadanos están felices de criticar a los demás, generalmente sin argumentos convincentes, y esto indica su falta de confianza en sí mismos.
Siempre anteponen los valores materiales, que para ellos son más importantes que incluso las relaciones humanas.
Autor: Pavel Gospodarik