La gente a menudo establece récords de temperatura cuando está enferma.
Pero el Libro Guinness de los Récords tiene un récord interesante: la temperatura corporal más baja jamás registrada en un ser humano.
El poseedor involuntario del récord fue un bebé polaco de 27 meses.
Una mañana salió descalzo de la casa de su abuela.
En esta época del año la temperatura del aire era de 7 grados bajo cero.
El niño pronto llegó a un arroyo y perdió el conocimiento, quedando tendido en la calle durante al menos tres horas antes de que los rescatistas lo encontraran.
El niño fue enviado urgentemente al hospital.
Los médicos lograron reanimar al niño en la ambulancia.
La temperatura corporal del bebé era de sólo 11,8 grados.
En dos semanas el niño se había recuperado.
Antes de esto, la medicina sólo conocía un caso de una persona que se enfrió hasta tales niveles.
En 1955, a una paciente de 51 años se le enfrió deliberadamente la temperatura a 9 grados para tratarle un cáncer de ovario.
El paciente sobrevivió a la operación y no se reportaron consecuencias negativas.
Autor: Igor Zur